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Un cuento sin título...
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En un país muy lejano, Li un joven se dirigía hacia su trabajo después de una noche de gran descanso. Como todas las mañanas llagaba a su estación para tomar la ruta, en la cual por su horario se mantenía a tope. Al subirse, pasaba aquellos momentos pensando que haría en su día. Todo era una rutina. Llegar a su lugar de trabajo… saludar a sus compañeros… ponerse su uniforme… guardar su bolso con su ropa… dirigirse a hacia su máquina de elaboración de calzado… tomar su descanso al medio día… entrar en su segunda jornada. Y luego de cumplir esa tediosa responsabilidad, llegar a su casa. Y así era su diario vivir. En una de aquellas jornadas, Li comenzó a sentir una aguda pero inofensiva gripa, algo normal para ese entonces. Él pensó “creo que con unos antibióticos y un buen descanso pasará”. A sí concluyó algún tiempo, pero aquella gripa no cedía y sentía que cada vez su respiración era más defectuosa, que tocía constantemente, que la fiebre no le bajaba, así que decidió ir al ...
El día de hoy...
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Hoy en la mañana tuve que ir a hacer una vuelta afuera, pero perdí el tiempo porque no llevé el documento que necesitaba, todo por mi desorden. Y es que tengo unos documentos en desorden, no los he organizado nada de eso, tal vez por flojera, pero sí necesito de un día para disponerme a hacer eso. Y es que estado concentrada en otras cosas, más importantes, como las tareas de los niños y las mías, y pasar tiempo con mi familia. Pero cada día es agotador, ayer me acosté a dormir tarde, como a las 2 de la madrugada, estaba estudiando y sentí que no daba más porque el cerebro no me daba más y pesaba el sueño. En la tarde, cuando regresé a casa pude dormir un poco porque tenía clase a las 2:30 p. m.. El almuerzo, no fue de mi agrado, pero debo agradecer a Dios y el universo por que tenemos que comer, muchas personas no tienen. En la tarde tuvimos reunión virtual con la psicóloga y hablamos de las inconformidades que teníamos en las clases, los compañeros dijeron que los profesores estaba...