Hace mucho permití que las personas me utilizaran, y esto fue por falta de amor propio, sabía que no podía permitirlo pero aún así... ya es tarde, ya pasó, pero no quiero volver a cometer los mismos errores de antes, no quiero volver a encapricharme emocionalmente por nadie, porque nadie lo vale, entrego todo, mis espectativas son altas con esa persona y luego... un golpe me despierta a la realidad. Con la psicóloga nos dimos cuenta de que esta dependencia probiene a los abondonos que sufrí de niña, y esto hace que busque en los demás un apoyo, un cariño que jamás me van a dar. Ese cariño sólo me lo puedo dar yo misma, nadie me lo va a dar. Y cuando me lo doy, me siento muy feliz, aunque aveces es cierto, la soledad duele, duele que nadie te dé un abrazo, duele no estar en los pensamientos de alguien de una manera genuina, transparente y amorosa, duele, pero es el precio que debo pagar por mi bienestar, por mi amor propio y no permitirme obsesionarme con personas que n...