I. Diario de la práctica pedagógica.
En la Práctica Pedagógica pude observar que los niños no
tienen respeto por sus compañeros. Hay un grupo que es indisciplinado. Hay
niños que se distraen fácilmente y no prestan atención a lo que la profesora
está explicando. La mayoría de los niños, tienen padres con buena solvencia
económica.
Hay niños que tienen habilidades para el deporte, a otros
les gusta el baile. Escuchan reggaetón, pero este género no es apropiado para
niños de primaria que se están formando, esa música tiene contenido pesado,
sexual, vulgar e inmoral, y denigrante. Qué tiene que estar haciendo un niño
escuchando esa música, los adultos deben entender que ellos son niños, no son
adultos. Para ellos hay música de niños, echa y pensada en ellos.
“La psicóloga de UNICEF Francisca Morales afirma que “así como nos
preocupamos de la salud y la educación de los hijos, debemos ocuparnos del
derecho a la recreación: la música les entrega a los niños identidad cultural.” (Rovati, 2018)
Se sabe que un niño con hambre no aprende, es
indispensable que el gobierno o las alcaldías, de cada municipio distribuyan
adecuada y equitativamente los refrigerios para cada niño del país que estudie
en los colegios oficiales, pues muchas veces, los padres no tienen dinero para
darles un refrigerio.
A los niños de 503, les gustan los juegos de competencia,
de movimiento, que sean didácticos.
Hay que enseñar con amor, manteniendo la disciplina, y la
paciencia.
El maestro debe intervenir oportunamente en los
conflictos que se presentan durante el proceso de aprendizaje en las aulas de
clase.
La pedagoga María Montessori, tiene un método que
consiste en que el niño debe ser autónomo e independiente con ayuda del adulto,
quien debe propiciarle ambientes adecuados para el aprendizaje. Espacios
iluminados y organizados. El adulto debe ser un guía para el niño.
El primer día de práctica me sentí nerviosa, ya que era
el primer día que interactuaba con los niños.
Con respecto al manejar el grupo que tiene la profesora
acompañante; es estricta, no les grita, habla en buen tono de voz. Para que
hagan silencio ella levanta el braso y cierra la mano en forma de puño y
empieza a hablar pasito y los niños le prestan atención. Va preguntando del
tema visto y va haciendo retroalimentación. Los que no participan por sí
mismos, ella les pregunta. Hay niños que son tímidos, hablan pasito.
John Dewey “…principios metodológicos…desarrollo de los
alumnos creando en ellos un deseo de crecimiento continuo y hacer que cada uno
de ellos encuentre su propia felicidad en la mejora de las condiciones de los
otros”.
Por: Liliana Rodríguez.