Sin control.

 Ayer fue un día tranquilo. Dormí toda la tarde pero no hice el aseo que me correspondía. Estaba tan cansada del día anterior, que preferí dormir. 

Luego me levanté, hice un poco de maña. Hablé un ratito con los niños. Cuando estaba durmiendo tuve un sueño feo con mi hija, soñé que se quemaba el brasito y que le había quedado un hueco grande. Salí a buscar algo de medicamento para ponerle o darle. Afortunadamente era solo un sueño. Espero que se encuentren bien los dos. 

Me preparé algo de comer, arroz que tenía echo con carne asada, ahora en el desayuno comí solo carne asada porque no tengo ánimos de cocinar y la cocina está desordenada. 

Luego me organicé para empezar a transmitir. Comencé tarde, como a las 11 y algo, no tenía muchas ganas de conectarme. Espero conectarme más temprano estos días.

Al rato se me da por escribirle al baboso, uno de tantos. Eliminé el mensaje, porque no me siento bien, no quiero involucrarme emocionalmente con ninguno porque al final todo termina, yo me enamoro de alguien que no siente absolutamente nada por mi. Solo placer sexual. Me encantaría algún día encontrar a alguien con quien pueda conectar un poco más profundo. Pero mi miedo al abandono hace que huya de todo el mundo por miedo, y que me sienta mejor estando sola, conmigo misma sanando mis heridas y entendiendo que en este momento de mi vida, mi alma duele, duele por todos mis traumas, por mis miedos, porque no tengo a los que más quiero cerca, porque tuve que irme lejos para poder cumplir mis sueños y porderles dar una calidad de vida mejor a ellos.

Así que simplemente borré el mensaje, el escribió que había visto el mensaje y que si todo estaba bien. Yo solo quería hablar un rato con él, pero no tiene sentido llenar mi soledad con una persona que nunca esta disponible, que parece que le probocara repudio. Duele, porque es lo que veo, se lleva mejor con otras personas que conmigo, era mejor cuando no sabía nada de mi. Así que eso se me salió de control por no controlar mis impulsos y escribirle. Pero retomé y me volví a alejar, con la misma frialdad que siente mi corazón al recordar a todos aquellos que se fueron, aquellos momentos donde una parte de mi se fracturaba en pedacitos y la desesperanza tocaba de nuevo a mi puerta, esa que te hace recordar que estás sola, y que nadie te va a querer como lo mereces, y que nadie merece lo mejor de ti porque eres una persona súper genial para cualquier baboso. Bueno, al menos así me siento yo, que tengo mucho para dar, que soy grandiosa, con errores como todo el mundo, pero que nadie es lo suficientemente bueno para mí como para merecerlo. Y lo que encuentro son puros cobardes que les quedó grande esta mujer, bonita, de buenos sentimientos, sexy, dulce, tierna e inteligente.

Escribo luego, tengo que ir a hacer algo, luego te digo que. Besos y abrazos...

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